La doncella.
Ese día estábamos mis amigos y yo, ellos con ganas de salir
y yo de dormir, insistieron tanto que acepté.
Estábamos en la fiesta, yo sentado y ellos bailando, hasta
que la vi, vestida como doncella, una chiquilla muy carismática, que se
acercaba justo al lado mío. Ella andaba sola, yo me voltee y le pregunte si quería
bailar, ella muy tímida acepto. Bailaba como una diosa.
Cuando se hizo tarde me dijo que debía irse, le pregunte si
la podía acompañar, insistió en que no fuera pero al final accedió. Caminamos
de la mano a un lugar que no conocía, era el cementerio, nos detuvimos en la
puerta, y me lo confeso. Yo no lo podía creer como una princesa como ella podría
ser algo tan tenebroso….
Desde entonces nunca volví a saber de ella, iba al
cementerio todas las noches para ver su me podría juntar otra vez con ella.

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